Un día tan importante como hoy no podía dejar de realizar una breve reflexión sobre el estado actual de la Juventud . Una reflexión negativa, muy a mi pesar, pero sin posibilidad de que sea de otra manera al estar en una situación tan precaria el futuro de todas las personas jóvenes de nuestro país, y en especial mención, de nuestra ciudad. Las listas del INEM son interminables y la juventud destaca por encima de cualquier otro grupo. Pero no es algo inusual, ni temporal. Este colectivo ha sido el más perjudicado siempre a la hora de dar posibilidades y salidas laborales por parte de las administraciones con propuestas estériles que no enfocaban, ni de lejos, una solución clara y efectiva.
Hoy, 12 de agosto, seguro que las administraciones preparan una batería de actividades de ocio y tiempo libre, muy adecuadas para quién quiera disfrutarlas, pero para esta secretaría se echa de menos las manifestaciones críticas y reivindicativas que hacen falta por necesidad a esta juventud. ¿Por qué no un 12 de agosto se podría convertir en un 1º de mayo? Quizás la comparación no sería igualable pero sí es cierto que una marcha de jóvenes dispuestas a mostrar su total rechazo por las políticas actuales que nos secan el camino y nos imposibilitan nuestro paso sería acertado al igual que un triunfo.
Una idea más que complicada, conociendo el letargo en el que se encuentra esta sociedad en general y la juventud en especial, pero no nos queda más. El tiempo no puede seguir pasando y los problemas sumándose. El futuro es nuestro, compañeros y compañeras, y sí queremos disfrutar de un trabajo que nos enorgullezca, una vivienda digna, una educación adecuada, libre y gratuita, y en definitiva, una vida plena, o salimos y luchamos por nosotros y nosotras, o que el destino decida nuestro futuro.
