Esta última semana he podido comprobar el lado más oscuro de la política, pese a ser juvenil. En un momento crítico siempre es bienvenida la unión entre fuerzas. Así se planteó todo un proyecto esperanzador para una entidad de un cuarto de siglo que necesitaba un pacto de este tipo con un cabeza de garantías, con ganas y responsable. Hasta ahí todo funcionaba hasta que una de las organizaciones que firmaban el pacto pensó en su círculo que entrar en una mesa progresista y crítica les saldría muy caro por lo que rompieron con la unión además de hacer una crítica a esa cabeza visible que ellos protegieron, propusieron y ahora desprecian. No satisfechos atacan a otra mesa anterior liderada por una sabandija dispuesta a todo, que hizo y deshizo a su antojo burlando o aprovechándose de la dejadez de una de su grupo precisamente, imponiendo una culpa a inocentes que pese a no pensar así(o eso dice ella aunque ya uno no se fía), su egoismo de portada, fotos y protagonismo le hace decir.
Una situación que desde mi más humilde opinión no me sorprende sabiendo de donde vienen. Una rama política de un partido falso, egoista y retrógrada que al parecer han sabido inculcar en sus pequeños y pequeñas el sentir de sus siglas y el camino que tienen que recorrer aunque ellos en su interior saben que la batalla no la ganarán porque el sentido común suele imponerse y ellos de eso saben bien poco. Y eso sin pensar en que desde 2005 incumplen la ley.
El próximo día 14 de abril muchos mirarán al cielo y pensarán en la primera democracia que hubo en un país de historia dictatorial. Tras la dimisión de un dictador se proclamó una República que inició una serie de políticas igualitarias ante la población obrera que jamás antes se había conseguido. En 1931 se creó la Constitución de la República de España que es muy semejante a la actual, lo que dice mucho de la idea de libertad que existió por aquellos años treinta, justo antes del golpe de estado de 1936 que inició una guerra que jamás tuvo que disputarse y que volvió a hundir a España en cuarenta años de fascismo y retrasos. Estos son algunos de los principios de los que hablaba la Constitución de 1931:
-El principio de igualdad de los españoles ante la Ley, al proclamar a España como "una república de trabajadores de toda clase". -El principio de laicidad, por el que se iba más allá de la mera separación entre la Iglesia y el Estado para adentrarse en un ámbito de total eliminación de la religión de la vida política. -El principio de elección y movilidad de todos los cargos públicos, incluido el Jefe del Estado. -El principio monocameral, más acorde a la democracia, que suponía la eliminación de una segunda Cámara aristocrática o de estamentos privilegiados y por el cual el poder legislativo sería ejercido por una sola Cámara. -Se preveía la posibilidad de la realización de una expropiación forzosa de cualquier tipo de propiedad, a cambio de una indemnización, para utilización social así como la posibilidad de nacionalizar los servicios públicos. -Amplia declaración de derechos y libertades. Concedía el voto desde los 23 años con sufragio universal también femenino. Separación de la Iglesia y el Estado, además del reconocimiento del matrimonio civil y el divorcio.
Muchos avances que se echaron a perder y que volvimos a disfrutar tras la muerte del dictador. Por el 14 de abril y por la República, esta canción:
